Por Erica Correa (cuento de 2 a 5 años)
Todas las mañanas, antes de salir de su casita a trabajar, mamá hormiga les decía a sus trescientas treinta y tres hijas: «busquen hojitas verdes, no crucen el camino, no se separen porque pueden perderse».
Pero clementina era aventurera y no siempre le hacia caso a su mamá, no caminaba en fila como sus hermanitas, todas juntitas, se distraía con todo lo que veía.
Un día ella se fue persiguiendo unas hojas de colores hasta que se perdió, en ese momento el cielo se oscureció y se largo un gran chaparrón con muchos truenos, relámpagos y una lluvia muy fuerte, tuvo tanto miedo, que oró a Dios pidiéndole perdón a Dios por haber sido rebelde a lo que su mamá le había dicho.
Luego de sentirse con mucho frío y temblar un poco, vio venir a lo lejos un paraguas de color azul, con pintitas rojas, ¡no lo podía creer! era su mamá hormiga, que la andaba estaba buscando por todos lados.
Corrió hacia ella y le dio un fuerte abrazo, le prometió no volver a desobedecer… Su mamá la perdonó, como lo hacen todas las mamas incluso las mamás hormigas.