Todos festejan disfrazados de espantos y se busca de casa en casa dulces de regalo, mientras los niños disfrazados que lo hacen gritan “Trick or treat”. Esto sucede el 31 de Octubre y ese día nadie trabaja. Todos, o casi todos, festejan al mal y la muerte entre cuentos de horror, decorando sus casas con las famosas “Jack o’ Lantern” o “Linternas de Jack”, que son calabazas vaciadas con rostros tallados e iluminadas por dentro con una vela encendida.
Los niños de muchas partes del mundo esperan ansiosamente este día, pues se disfrazarán y les regalarán dulces.
¿Qué pensaría si le dijera que ésta fiesta tienen un verdadero origen maléfico, que existen sociedades ocultas que se benefician de que usted la celebre y que no es sino una trampa para su propia alma? Con esto no pretendemos echarle a perder su fiesta, solo hacerle llegar el conocimiento de las cosas que muchas veces festejamos sin saber su propio origen.
Aproximadamente trescientos años antes del nacimiento de Cristo, los Celtas vivieron en las Islas Británicas, Escandinavia, y Europa Occidental. Eran una sociedad como cualquiera de las de hoy, pero sus usos y costumbres fueron controlados por una sociedad de sacerdotes paganos llamada los druidas.
Ellos adoraban y servían a Samhain, dios de la muerte. Cada año, el 31 de octubre, los druidas celebraban la víspera del año nuevo céltico en honor a su dios Samhain.